Estudio de la Universidad de Santiago, UTA y UVM:
El estudio determinó la energía con que estas municiones de goma impactan en el ojo y llamó a desestimar su utilización. Para que no provoque daños severos en las personas, se debe extender la distancia del disparo, pero ello podría provocar resultados aún peores, al aumentar la imprecisión para alcanzar un objetivo. “Los resultados indican que las armas que usan balas de goma en disparos directos son potencialmente letales a menos de 10 metros de distancia, ya que impacta con una energía por unidad de área en el rango de los 600.000 a 900.000 J/m2, siendo capaz de perforar incluso los huesos del cráneo”, aseguró el informe.